El miércoles pasado, lo leo en la prensa. Me viene a la memoria mis primeras clases en la Universidad de Salamanca, porque varios profesores hablaban mucho de él, como alguien importante que se había ido y los había dejado huérfanos. Sin duda fue un personaje interesante, antropólogo, psicólogo, pensador humanista, jesuita, psicoterapeuta, muchas cosas. Demasiado psicoanalítico para mi gusto, pero un hombre sabio y lleno de buenas intenciones profesionales. La Fundación Cencillo tiene cosas interesantes, deja su legado bien armado. Descanse en paz.
lunes, 30 de junio de 2008
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