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lunes, 30 de junio de 2008

Ha muerto Luis Cencillo


El miércoles pasado, lo leo en la prensa. Me viene a la memoria mis primeras clases en la Universidad de Salamanca, porque varios profesores hablaban mucho de él, como alguien importante que se había ido y los había dejado huérfanos. Sin duda fue un personaje interesante, antropólogo, psicólogo, pensador humanista, jesuita, psicoterapeuta, muchas cosas. Demasiado psicoanalítico para mi gusto, pero un hombre sabio y lleno de buenas intenciones profesionales. La Fundación Cencillo tiene cosas interesantes, deja su legado bien armado. Descanse en paz.

lunes, 23 de junio de 2008

El retorno de los charlatanes












No recuerdo si ya he hablado de esta página aquí. Está bien, para escépticos y gente medianamente seria cansada de charlatanes. Es que el último artículo me gusta, porque habla de los expertos, esos que saben mucho de algunas cosas, más de lo que sabemos otros que las hemos estudiado y trabajado. El mundo es asina.

viernes, 20 de junio de 2008

Yo haré de psicólogo


Eso dice Luis Aragonés, entenador de la selección española de futbol. Hacía mucho que no encontraba una perla como esta, y suelen venir de entrenadores como esté, osea, simples como una peseta y brutos como un arado. Lo dice abiertamente, y noticia aparece en varios medios, o aquí, con motivo del partido de cuartos de final de la Eurocopa contra Italia. Las barbaridades son las habituales. Es poco probable que el seleccionador lea mi blog, pero por si acaso, le diré algunas cosas.
Primero: Usted no es psicólogo ni nada que se le parezca. Si cree usted que hacen faltan técnicas psicológicas para sus jugadores lleve un profesional, y si no diga que lo que hace es entrenar, y no terapia psicológica.
Segundo: La terapia psicológica es un arte difícil y no todo el mundo está preparado para ello, de hecho la mayoría de los psicólogos no so psicoterapeutas. Hacer terapia es difícil y hay que saber hacerlo.
Tercero: No se pude decir "utilizaremos la psicología", como si fuera una herramienta, igual que no dice uste "utilizaremos la nutrición" cuando habla de comida, o "utilizaremos la fisioterapia" cuando habla del trabajo de los masajistas. En todo caso se puede decir que utilizará algunas técnicas o estrategias psicológicas, eso sí.
Cuarto: Decir que "el psicólogo soy yo" es una barbaridad presuntuosa. Váyase usted sin fisioterapeuta y diga en los medios que "el fisioterapeuta soy yo", a ver qué pasa.
Quinta: Usted no es un buen psicólogo, ni siquiera aficionado. Puede que sea un buen entrenador, pero su manera de relacionarse con los jugadores y con los medios de comunicación no demuestra que tenga especiales habilidades psicológicas. Habla usted de una actitud positiva y eso es tan evidente que cuando se dice es porque la actitud que hay es negativa. Lea usted "El arte de amargarse la vida", de Watzlawich y entenderá que cuando se dice "no pienses en un elefante amarillo" es porque se piensa en un elefante amarillo.
Sexta: Usted ha dicho que al mundial de hace dos años se llevó un psicólogo y que no sirvió porque no pasaron de cuartos. Me meo de risa. Entonces tampoco hicieron bien su trabajo los médicos, fisiterapeutas, utilleros, cocineros y demás equipo de la selección. Pero usted sí lo hizo bien, claro.
Séptimo: Pensar que un psicólogo implica que se va a ganar es otra tontería. El psicólogo hace su trabajo "con lo que tiene", igual que usted, igual que el médico o el cocinero. Y pensar que lo que hace el psicólogo es transmitir actitudes positivas en los jugadores es otra tontería. O sea, que no sabe usted lo que hace un psicólogo. Entonces no utilice esa palabra para hablar de sus técnicas con los jugadores, por favor.
Por último, sea con psicólogo o sin él, a ver si gana España el domingo. Pero luego no vaya a decir que ha demostrado que no hacía falta psicólogo, que lo veo venir.
Salud y suerte.

martes, 17 de junio de 2008

Soluciones a los acertijos

Que me había olvidado de ellos.

El primero:
Un oso camina 10 Km. hacia el sur, 10 hacia el este y 10 hacia el norte, volviendo al punto del que partio. ¿De que color es el oso?

Solución

El color del oso es blanco, por ser un oso polar.

Los únicos lugares donde se cumple la condición de regresar al punto de partida son el Polo Norte y cualquier punto situado a 10 km al norte de los paralelos que midan 10 km de circunferencia, puesto que al hacer los 10 km al este volveremos al punto de partida.

En cualquiera de estos casos estaremos en uno de los Polos, por lo que el oso será blanco.


El segundo:

Un hombre esta al principio de un largo pasillo que tiene tres interruptores, al final hay una habitación con la puerta cerrada. Uno de estos tres interruptores enciende la luz de esa habitación, que esta inicialmente apagada.

¿Cómo lo hizo para conocer que interruptor enciende la luz recorriendo una sola vez el trayecto del pasillo?

Pista: El hombre tiene una linterna.

Solución

Al principio del pasillo hay tres interruptores, A,B y C, nuestro personaje pulsa el interruptor A, espera 10 minutos, lo apaga, pulsa el B y atraviesa el pasillo.

Al abrir la puerta se puede encontrar con tres situaciones:

Si la luz esta encendida el pulsador será el B.
Si la luz esta apagada y la bombilla caliente será el A.
Y si esta apagada y la bombilla fría será el C.



Niños enganchados al móvil


Últimamente aparecen en los medios noticias relacionadas con esta nueva preocupación. Y es que la alarma salta cuando los padres empiezan a acudir a los psicólogos para solucionar esta supuesta adicción de muchos niños al teléfono móvil. Me comentaba un amigo hace poco, que su hijo hacía la primera comunión y que le iba a regalar un móvil porque era lo que quería y ya tenía de todo, aunque no le agradaba la idea. Hablamos de nueve años. Otro amigo me cuenta que le ha llegado una factura de 200 euros del móvil de su hija, que tiene 12 años, de mensajes enviados a programas de televisión y a concursos. Otra madre me cuenta que el único castigo eficaz para su hijo es retirarle el teléfono durante un tiempo.
En fin, estamos ante un nuevo fenómeno educativo y social. Estos teléfonos ya forman parte de nuestra vida, de nuestras familias y de nuestros problemas. Desde mi punto de vista hay dos cosas que los padres deben tener en cuenta. La primera es que un niño necesita juguetes. Y un móvil no es un juguete. La segunda es que, si ya lo tiene, debe ser un instrumento totalmente controlado por los padres. Igual que internet, que ayuda a muchos niños a estudiar y a hacer relaciones, pero que tiene unos peligros evidentes para ellos que hacen inevitable el control de los padres.
El hecho de utilizarlo como castigo no hace más que reforzar esa adicción, como una droga cuando se consigue, pues elimina la ansiedad por conseguirla y por tanto refuerza el consumirla.
El teléfono tiene varios problemas añadidos, además de esa posible adicción que hace que algunos niños no piensen en otra cosa. El más importante es la capacidad de los niños de relacionarse con personas o empresas desconocidas. Y otro, que es el que suele doler más a los padres, es la factura a final de mes. Porque cada vez más el mercado está enganchando a los niños con modelos adaptados a ellos y con juegos, melodías y demás que cuestan mucho dinero. Y, evidentemente un niño no puede entender, ni tiene por qué, que 1,2 euros más iva es una barbaridad par un mensaje. Porque no tiene el dinero en la mano y la factura es casi un concepto abstracto para ellos.
Desde luego está claro que si los padres perciben un problema con esto deben acudir a un profesional. Pero ellos. Porque algunos piensan que los problemas de los niños son intrínsecos a ellos. Hace unos días me contaba una madre (esto paso muchas veces) que su hijo tenía algunos problemas de comportamiento y que me lo iba a llevar a la consulta. Entonces le dije que fuera ella, con o sin el niño, me da igual, y le costó entenderlo.
De todas formas los problemas con este cacharro se evitan si entendemos que el móvil no es un juguete y que el niño lo tendrá cuando ya no sea tan niño, cuando sea más responsable y lo necesite para comunicarse con su familia o sus amigos, no antes.

jueves, 12 de junio de 2008

Acertijos (las soluciones mañana)

Un oso camina 10 Km. hacia el sur, 10 hacia el este y 10 hacia el norte, volviendo al punto del que partio. ¿De que color es el oso?

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Un hombre esta al principio de un largo pasillo que tiene tres interruptores, al final hay una habitación con la puerta cerrada. Uno de estos tres interruptores enciende la luz de esa habitación, que esta inicialmente apagada.

¿Cómo lo hizo para conocer que interruptor enciende la luz recorriendo una sola vez el trayecto del pasillo?

Pista: El hombre tiene una linterna.

lunes, 9 de junio de 2008

El pago de las farmaceúticas a los psiquiatras

Ya lo he dicho varias veces. Ahora parece que en EE.UU lo están investigando. La noticia está aquí. Me gustaría que todos los médicos hicieran una especie de declaración pública con los "regalos" de las compañías farmaceúticas para que todo el mundo lo sepa.

jueves, 5 de junio de 2008

La democracia ilusoria

Algún día tengo que escribir un libro que se llamé así. Había pensado en La democracia herida, pero ya existe. Cada día es más patente la pantomina democrática en la que vivimos. Pero vamos, ciéndonos a planteamientos contructivistas, si la gente piensa que vivimos en democracia, pues vivimos en democracio. Aquí me lío ya con los planteamientos de la realidad de segundo orden. Las persecuciones políticas, las listas negras, el control total y absoluto de las organizaciones por los partidos políticos, eso, eso es una realidad de primer orden como una catedral. Además de esto (y lo sufro en mis propias carnes), a esta democracia nuestra le falla otra cosa muy gorda: la justicia. Y sin justicia no hay democracia, porque entonces no todos somos iguales.
Digo esto porque el otro día asistí a un juicio en la Sala de lo Social de Badajoz. Era una historia de un despido de una periodista por tener criterios propios y no estar de acuerdo con los criterios de su alcalde (una radio municipal, claro). Y es que estuve analizando las dos cosas que hacen que esto no funcione. Una es eso, el poder de los partidos políticos y de las personas que entran en ellos, y las estrategias que utilizan para seguir haciendo lo que ellos quieren y no lo que el pueblo quiere. Eso es totalmente antidemocrático. Y otra es, como digo, el propio funcionamiento de la justicia. Asistí al juicio con la boca abierta. El edificio es de principios del siglo XX, con las puertas y el mobiliario roto, los cables por el suelo, sin acceso para minusválidos, claro. Me pregunto qué pasaría si alguien denuncia a un juzgado por no ajustarse a la legislación sobre accesibilidad y seguridad, por ejemplo. Porque, tampoco había ningún extintor ni salida de emergencia. De hecho, ni servicios, que había que salir a la calle y entrar en otro edificio para poder echar un pis. Pero peor que el sitio fue el juicio en sí. El juez tenía mucha prisa, empezó con hora y media de retraso. Tenía a su lado al secretario judicial, con el que iba comentando cosas en voz baja. Y al otro lado una administrativa que pasaba a ordenador lo que él le iba dictando. El caso es que el juez apenas atendía a los abogados, y de vez en cuando hacía un resumen de lo que habían dicho las dos partes y lo dictaba. Claro que, ese resumen no me parecía a mí que se correspondiese con lo que los abogados habían dicho. Además, empezaba a dictar a la administrativa, y ésta, que iba un poco lenta, se quedaba en la primera frase y preguntaba. Entonces el juez le decía una cosa distinta a la que había dicho antes, a veces parecida, pero no lo mismo. Y de vez en cuando cortaba a los abogados y les hablaba como si fueran niños pequeños, como echándoles una bronca, todo esto a la vez que metía prisa y hablaba con el secretario que tenía al lado. Después llegaron los testigos, y cada uno habló menos tiempo porque el juez tenía prisa, incluso el último solo contestó a una pregunta y cortó. Evidentemente una situación así hace que no nos fiemos mucho de la justicia. Y seguramente el juez sea bueno en su trabajo, y actúe así porque no tiene otra forma ni otros medios de hacerlo. El caso es que creo que si más personas asistieran a los juicios, se denunciaría menos.
Y es que hoy esto malito, tengo una especie de fiebre rebelde y me duele la garganta. Y en lugar de escribir poesía me ha dado por hacer razonamientos sobre nuestra democracia. Lo dicho, que tengo que escribir un libro que se llame así.

martes, 3 de junio de 2008

El padre de Mariluz


Evangelista tenía que ser. Ya he escrito sobre esto aquí, pero es que hemos tenido noticia nueva. El congreso aprueba la famosa lista de pederastas, pero solo para que la utilicen los jueces. También había una moción del pp para que los pederastas cumplan las penas "íntegras". Estamos locos, tenemos una autopistas impresionantes pero unos políticos primitivos que se dejan llevar por los instintos primarios de la gente.
Digo yo que, si realmente hiciéramos lo que nos pide el cuerpo, no existiría el estado. La organización en la que vivimos, mejor o peor, nos permite sobre todo que alguien nos controle. O sea, que nosotros mismos, a través de nuestros representantes, nos controlemos. Si no, nadie pagaría a hacienda. Por eso si alguien mata a mi hija alguien tiene que evitar que yo lo mate. Es sencillo.
El caso de Mariluz es un claro ejemplo de los fallos de la justicia. Y no hace falta cambiar ninguna leya, hace falta aplicarlas y que la justicia funcione, así de sencillo. Pero ya lo digo en la entrada siguiente. Esta democracia no acaba de funcionar. Sobre todo porque no funciona la justicia.
En cuanto a la lista de pederastas, el tema me pone un poco de mala leche. Nunca he entendido esa diferenciación entre delitos. ¿Realmente es más grave asesinar a una niña que enriquecerse con los fondos reservados del estado? Parece que lo grave es lo que más toca la fibra sensible de la gente, y los gobernantes se dejan llevar un poco. No podemos olvidar que las penas privativas de libertad van encaminadas a la reinserción, lo dice nuestra constitución. Así que dejemos de hablar de cadena perpétua y de penas íntegras. ¿Qué significa íntegro? Yo creo que cualquier preso, sea del delito que sea, tiene derecho a mejorar, a arrepentirse y a aprender para no volver a delinquir, y para eso hay que premiarlo en la cárcel. Y la única forma es reducirle un poco la condena. Si las cárceles funcionaran mejor, confiaríamos más en la justicia y no pediríamos cadena perpétua, que a veces parece que vamos para atrás.
Pero como digo, vayan a un juicio, entren en un juzgado y vean los papeles amontonados encima de la mesa, y vamos a movilizarnos por eso y no para pedir más penas.