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martes, 5 de febrero de 2008

más de horóscopos


Ya os he dicho que me ha gustado esta página, seguimos con los horóscopos. El autor se pregunta de alguna forma por qué hay tantos bobos. En realidad el creer en estas cosas no es nada raro, al revés, lo habitual es tener algún tipo de creencias sobrenatural. Sabemos que desde el neolítico el hombre ha mirado a las estrellas y le ha concedido ciertos poderes. Ha sido una sencilla manera de explicar cosas que no podemos entender. Y ha servido, y sigue sirviendo, para sentirnos bien. En psicología hablamos de locus de control interno o externo, para referirnos a la explicación que la persona le da a lo que le pasa, según dependan de uno mismo o de otros factores. Por ejemplo, mi blog lo lee mucha gente. Un locus de control interno me dice que eso es porque yo escribo muy bien y pongo cosas interesantes. Un locus externo me dice que es pura casualidad y que la gente entra al azar. O al revés, si lo lee poca gente puede ser que no lo estoy haciendo bien, o mejor, que en los buscadores solo aparecen los blog más famosos, los que pagan, y yo no tengo opción, por tanto, no es culpa mía. Estos razonamientos hacen que cuando algo sale mal busquemos la explicación fuera (no depende de mí) y así nuestra autoestima sube. Esta trampa del cerebro nos ha servido para sobrevivir, así que es necesaria. Otra cosa es que nuestra capacidad de razonamiento nos lleve a darnos cuenta de esto, que es lo que yo estoy haciendo ahora. Aquí es donde no llega la mayoría de la gente. La creencia en los dioses, la suerte, el horóscopo o los espíritus se explican de la misma forma. Luego ayuda, o refuerza, el contexto sociocultural en el que estemos, claro. También influye la profecía autocumplida, y otra teoría muy bonita, la disonancia cognitiva. Decía Festinger que cuando mantenemos dos ideas contradictorias en la cabeza, elegimos la que más nos suba la autoestima. Si llevo creyendo en Dios toda la vida, y ahora tú me convences de que no existe, entonces soy idiota. No puedo acepatar que yo sea idiota, así que da igual lo que me digas, Dios existe.



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