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viernes, 26 de octubre de 2007

Un poco de poesía

Pues sí, también escribo poesía. No todo va a ser psicología. Hace poco estuve en Valencia a recoger un premio de poesía organizado por el ayuntamiento de Cheste. Aquí la prueba. Por petición popular, aquí va el poema ganador. Si os gusta pongo más.

Futuro

Uno de julio del año dos mil veintisiete

por ejemplo

tu cuerpo esbelto, que ya no es tu cuerpo

se abre como cada noche de luna llena

mi cuerpo envuelto, cuerpo del mundo

se llena hasta verterse en ese momento

de huellas de nuestra perfecta armonía

y me lleva otra vez

hasta el hipnotizante zoco de Xauen

incluso puedo oler esos colores

perfectamente ordenados en sacos

por las calles

me lleva también

a una calle estrecha de París

donde todo, menos las farolas

eran amantes expectantes

y a otra ciudad igual de bella

que en lugar de amantes tenía agua

pero las mismas farolas

también me lleva

a atravesar puentes, hermosos

huidizos, enormes y apenas

unos que desafían los ríos, otros

se dejan desafiar por el mar

y aquel, creo que era en Lisboa

en el que confundimos la risa con las olas

también me lleva a ver niños

descalzos y apagados, pero vivos

y a sentir como tus manos se llenaban de ellos

siempre te has traído un trozo de niño

de nuestros viajes, no creas que no

me he dado cuenta

y también me lleva a recordar

miles de lechos ¿cuál es el nuestro?

aquel de El Salvador

bajo un baile sorprendente

de bichos y amabilidad

y aquel otro de cortinas rojas

y vistas a la edad media

y también, cualquiera que tenga

sábanas arrugadas y la huella de

nuestra particular guerra de cuerpos

y bocados al aire

y también, como no

me lleva a lunas, tantas lunas

y a ésta, a esa que miras

y que refleja, una vez más

tu sonrisa sin adornos

pura, grande, libre, toda

y también me lleva

a cementerios, y en todos

siempre hay un nicho vacío

paradójicamente hermoso, esperándonos

(pero creo firmemente que es pronto)

quizá debiera haber empezado este poema

más tarde, o nunca

en todo caso, mi poesía es

experta en disonancias de la vida

por eso escribo sobre tu cuello

sobre tus pechos, sobre tu risa

bajo el arrullo de tu mirada de miel oscura

y dulce, siempre dulce… todavía dulce…

De repente, una vez más

todo el mundo que fluye por tus ojos

me absorbe hasta la nada

y me dejo, una vez más

deleitar salvajemente

por la enorme música que sale de tu alma

(parecida a la de aquel pianista de New York)

y vuelvo, una vez más

a enamorarme de nuestras más hermosas palabras

mordamos una manzana a la vez.

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