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lunes, 7 de enero de 2008

año nuevo


Después de estos días extraños, del vaivén de regalos, compras, copas, dulces, tristezas y propósitos, seguimos el camino de la vida con energía. He dejado de fumar. Hay que encontrar una frase en positivo para esto. He empezado a respirar plenamente, no, eso es cursi. Pero hay que decirlo de otra manera, porque "dejar de..." es negativo, y parece que te falta algo. Lo pensaré. El caso es que ahora el tabaco me sabe mal. El sabor, como todo lo demás, es una contrucción de nuestra mente. Lo que pasa que los psicólogos contructivistas, como yo, no se han ocupado demasiado de las sensaciones del cuerpo, y sí de las relaciones con los demás. Esto es, claro, porque la gente viene a terapia demandando solucionar problemas, y no para cambiar sabores. Pero sí, podemos hacerlo. Me estoy liando, vaya manera de empezar el año psicológico. Es que hoy es un día raro, un festivo de mentira, un día que trabaja todo el mundo menos los funcionarios. De todas formas mi cabeza está lenta desde nochevieja. El viaje a Chaouen, como siempre, relaja cada una de las neuronas de mi sistema nervioso. Será el añil, o la amabilidad, o la tranquilidad con la que los marroquíes lo hacen todo. Por cierto que lo de las uvas y las doce campanadas también es una construcción nuestra, no solo social, sino personal. La prueba es la cantidad de españoles que estábamos allí tan tranquilos sin saber la hora que era mientras aquí había gente atragantándose con las uvas (a 3 euros las doce uvas las he visto). Bueno, vamos a espabilarnos. Una adivinanza sencillamente diabólica para pensar. Tengo dos monedas de curso legal, entre las dos suman tres euros y una no es de un euro ¿qué monedas son?.

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