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miércoles, 15 de octubre de 2008

Otro estafador


El tal Txumari, un tipo simpático que se pasea por televisiones y librerías ganando dinero a costa de la inocencia de la gente. De nuevo leyendo El retorno de los charlatanes encuentro una estupenda referencia que describe lo que pienso al respecto. Sigo esperando impaciente el proyecto de ley para regular a estos supuestos profesionales. Y me llama la atención que, en el Día Mundial de la Salud Mental, hace unos días, no se encuentren referencias en los medios sobre estos estafadores que se dedican a hacer terapia a su manera, anunciándose sin escrúpulos en todos los medios. Y también me sorprende que las propias asociaciones de enfermos mentales y de familiares, que son las que suelen movilizar ese día, y que han luchado tanto para poner en marcha centros y proyectos de todo tipo, no se quejen de los falsos profesionales. Bueno, tampoco lo hacen de los profesionales de verdad que trabajan mal, que hay muchos, pero ese es otro tema.
Por aquí, en un pueblo vecino, hay un fisioterapeuta, o eso dice él, que hace una especie de acupuntura en la oreja. Para todos los problemas, ansiedad, depresión, dolores... la mano de un santo dicen por aquí. Y barato, solo 20 euros la sesión. Cada vez que veo a alguien con una tiritas en las orejas me entra risa primero y un poco de pena después. Aunque él tiene cola en la puerta de su despacho y yo no, quizá se ría él más.

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